Monday, February 11, 2013

Las Favelas de Rio

Hoy estoy emocionada para escribir en mi blog, porque tengo amigos que están viviendo en las favelas de Rio de Janeiro.  Son misioneros chilenos que son llamados a vivir y trabajar junto con una iglesia ubicada dentro de la favela.  Están haciendo mucho trabajo con los niños, ofreciéndoles programas divertidos que les saca de las calles.  Se visten de payasos, hacen trucos, cantan y bailan con la esperanza de conocerles a los niños y a sus padres.  Abajo agrego fotos sacaron dentro de la favela por mi amiga Caro.  Son de mis amigos, de la favela, y de los niños. 

Cuando me junté con ellos después de que volvieron la primera vez, sí hablaban de la violencia y los tiros que escuchaban en la noche, el tiempo que sus amigos de la favela les mandaron que se bajaran al piso por el ruido que estaba afuera.  Pero lo que más les apasionaban eran las caras de los niños, emocionados por la atención de los extranjeros, queriendo el toco.  Se enfocaron en lo bueno, lo hermoso de las favelas y entraron dentro de ella por su gente.  Segun el censo oficial de 2010, es estima que 1,393,314 personas viven en las favelas de Rio, una súbida de más de 27% en 10 años.   (Si quieren más informació sobre la población: http://riotimesonline.com/brazil-news/rio-politics/rios-favela-population-largest-in-brazil/# ).  Es importante anotar que ademas de los narcotraficantes y las pandillas vive gente honesto en los mismos barrios, gente que tienen trabajo dentro y fuera de la favelas.  Un hecho interesante que demuestra la cultura que está viva en las favelas es que todas las escuelas de samba dentro de la ciudad de Rio están ubicadas en las favelas.  

Creo que muchas veces es muy fácil evitar a un lugar peligroso por no querer ser lastimada.  Por eso admiro a Carolina, Ely, Mauricio y Belén, y los demás por haber ido y por haber decidido a quedarse.  Me dan ganas de irme también.   





Monday, February 4, 2013

Juan Peréz Jolote


La rebelión de México tenía semillas en la desigualdad entre los conquistadores españoles y los indígenas desde la colonización.  Integrante en la historia de la injusticia social eran el latifundio y el sistema jerárquico de clases sociales, que eran determinados por etnicidad.  Los derechos que los guerreros en 1994 querían eran poder de obtener tierra y trabajarlo.  El gobierno les daba y sacaba tierra de los indígenas, diciéndoles adonde podrían vivir, mudarse, y andar.  Su control sobre la cultura y cómo vivían los pueblos indígenas tiene mucho que ver con el control que también tenían sobre el pueblo de Juan Pérez Jolote. 
            Juan indica que la cultura de su gente se ha cambiado mucho, por lo menos superficialmente, en reacción a la influencia del gobierno.  El alcoholismo es grave entre su comunidad y en su propia vida, y la venta es rígidamente vigilado por los en favor del gobierno.  No tienen derechos a comprarlo dónde quieren, sino que les obligan comprar en un solo lugar o sufrir de la violencia.  La desigualdad también es vista por la “compaña” del gobierno de México a enseñarles a los tzotziles a hablar español. Después de que termine el programa, aunque la gente todavía no ha aprendido a hablar español, los maestros enviados se van y el gobierno ya no se esfuerza más en la enseñanza de los tzotziles.  Los derechos y el tratamiento desigual son resultados de una falta de preocupación por parte del gobierno en relación a la gente indígena.